Se trata de un proyecto con base tecnológica que apuesta por la fidelización de los consumidores de productos del campo
Su uso será bidireccional, con información para el consumidor sobre los productos que compra, que a su vez recopilará datos sobre sus preferencias
Agromarketing pone en marcha como socio promotor el proyecto de innovación “Huella social: herramienta de fidelización y conocimiento de preferencias y gustos del consumidor para el comercio de frutas y verduras”, en el que cuenta como aliados con BASOL FRUIT S.L. y la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de la Región de murcia (UPA).
Se trata de un proyecto con base tecnológica, basado en el desarrollo de un innovador sistema que permitirá a cualquier productor o comercializador de la Región de Murcia, disponer de una potente herramienta que le permitirá por una lado conocer las preferencias y los gustos de los consumidores, por otro fidelizar a los clientes y fomentar la compra repetitiva, aportando información útil que de valor añadido al producto, y finalmente poner en valor los productos agrícolas ante los consumidores dando a conocer información relativa a lo que consumen.
La información del consumidor, un déficit del mercado de frutas y verduras
Uno de los mayores problemas que presenta el mercado agroalimentario es que apenas se tiene información de la experiencia del consumidor.
Preguntas como… ¿Qué características se valora más de una fruta o verdura? ¿Qué tipo de envoltorio resulta más atractivo para el cliente final? ¿Se valora más el color de una fruta o su tamaño?, ¿se atiende a la procedencia a la hora de adquirirlo?,¿Es más apreciado que sea dulce o ácida?, ¿En qué mercados se valora más unos u otros aspectos? etc., tendrán respuesta a través de esta herramienta, lo que servirá al sector para su toma de decisiones, y adaptar la producción a los gustos del consumidor.
Agromarketing, desde su experiencia en el sector agrícola, aporta su know how en el desarrollo de un sistema bidireccional que pretende cambiar la percepción que tiene el consumidor como agente pasivo en la cadena de producción, para convertirlo en actor donde su opinión es tenida en cuenta, y permitirá al productor conocer mejor el mercado en el que se mueve.